jueves, 17 de abril de 2008

Provoste, no aprobaste...

El esperado descenlace del caso de la Provoste esta semana, me hizo recordar lo que el personaje de Jack Black en Escuela de Rock, dijo alguna vez: "Quien no puede ser ingeniero es profesor, y quien no puede ser profesor es profesor de Educación Física". Ja, ja, me reí mucho con la talla. Ahora le podemos agregrar: "Y quien no puede ser profesor de Educación Física es Ministro(a) de Educación". La pregunta del año es: ¿y quien no puede ser Ministro(a) de Educación, qué es? Adivinen.

Por supuesto, esa talla tiene una carga discriminatoria muy socializada ya, elemento que no ha estado del todo fuera en esta especie de "cacería política", aunque muchos lo nieguen. Para vislumbrar elementos de ese y otro tipo habría que hacer un análisis que abarque los distintos niveles que configuran el leit motiv del caso Provoste y sus implicancias. Hay un nivel que tiene exclusividad local y que a las personas que no se han criado o no se han arraigado con la suficiente fuerza y tiempo en esta tierra les sería imposible comprender. Y cuando hablo de arraigo, hablo de arraigo "desde lo bajo". Para los que están "arriba", salvo honrosas excepciones, el arraigarse a su lugar de origen es mucho más complicado y casi imposible, porque sus "arraigos" están dictados por la metalización mercantil, por decir lo menos. Pero para el resto, el resultado de este dictamen es un insulto a la ciudad misma de donde proviene la Provoste. ¿Y cuál es esa ciudad?, preguntará el resto de los chilenos a los que les importa un pepino de donde viene tal o cual ministro o ministra. Pues de aquí, de esta ciudadela decimonónica llamada Vallenar. Sí, esa misma, la que está en el "hoyo" (y no es sólo una metáfora).

Hablemos a raja tabla: la Provoste es chica, negra, proviene de una zona donde tarde mal y nunca surge alguien como ministro (si es que alguna vez), y para más recacha no tiene la brillante trayectoria académica o el status de la mayoría que llega a esos puestos. Además es chora y no se achica ante las "vergas políticas" que arrastra nuestra historia desde hace milenios y les juega con la misma rudeza y cinismo si es necesario. Tiene lo de "pillería" del chileno medio bajo. Esos "pequeños detalles", que algún cínico o cínica dirá que son una exageración, incluso una falta, y que no cuentan en realidad a la hora de la verdad y de los veredictos, son más que suficientes para que el llamado "bajo pueblo" le cobre una especial simpatía. Recuerden, estamos en el primer nivel de análisis, ese que nadie quiere aceptar públicamente, pero que pesa a la hora de la verdad en un país cínico como este.

Otro nivel hace alusión al tema de la política y al género en este país. El sistema político de este país privilegia el discurso masculino, cualquier discurso distinto de ese o es estúpido o es "débil". Que la Provoste juegue a la vícticma no es ninguna novedad, porque lo hace, a su manera, pero ¿qué otro recurso le han dejado a un género que prácticamente no logra entrar en la palestra porque los cánones de "lucha" están dictados por una mentalidad machista y sexista? La mentalidad de esta lógica invalida y ridiculiza este tipo de "juego", lo tilda de patético, como si los recursos usados hasta hoy en la política no lo han sido en gran medida, pero estos últimos son los "recursos patéticos aceptados", los otros no. ¿Cómo reaccionan un montón de políticos ante las lágrimas de una mujer o su discurso de víctima ante el abuso de género? Indignados, claro, pero más que nada, confundidos... Si se victimiza una política mujer, es patético y políticamente es un asco. Si se victimiza un político varón, es patético, pero no se lo invalida políticamente. Porque la victimización de un político entra en la categoría de "arma política" en esta lógica, pero la victimización de una política entra en la categoría de "debilidad" y "aberración política".

El otro nivel es el nivel político en sí, claro, y ahí la Provoste, como todo gran político de este país entra en conductas cuestionables, miradas desde el puro objetivo político y las armas que usa para ganar terreno o sobrevivir en ese mar de pirañas ávidas de poder. De las pirañas de esta zona, entre ellas ya se sabe que los "superpirañas" aquí son Mulet y Prokurica, de los que hablaremos cuando se dé la ocasión (no hay que gastar espacio innecesariamente), para qué decir nada, ya todos los conocen. Ahí entran los más locales, empezando por los de la actual administración. Ahora, dentro de este santuario de alimañas acuáticas, la Provoste, habiendo llegado a donde llegó, debió jugar con las mismas cartas, es decir, debió convertirse en una piraña más. Tanta pena. El análisis a nivel político no resiste más que eso. Pero claro, si se tratara sólo del análisis político, de los errores políticos de la Provoste, que seguro que los hay, entonces la cosa estaría decantada de otra forma, me parece, o simplemente no estaría decantada en absoluto. Por supuesto, los errores políticos no se justifican, y el pirañeo político tampoco. Uno es casi siempre producto del otro, y en ese sentido son un asco. Algo es claro en esto, eso sí, de aquí en adelante, creo que las mujeres comienzan a encontrar su "forma de hacer política" en este país. Pobre de nosotros en todo caso, ya teníamos bastante con las "vergas políticas", que se sumen ahora las "vaginas políticas" y entablen su propia forma de hacer "lucha política" en este país, y ya se sabe lo que conlleva esa clase de "lucha", eso va a ser... no sé que va a ser. A afirmarse en todo caso.

Otra consecuencia política, más local, será lo que ocurra con Mulet y Porkurica, bueno, sobre todo con Mulet. Dicen que con esta ya se cocinó. Pero falta mucho para las próximas elecciones, esas que dicen que le interesan a él, y el Pueblo es voluble. Basta con que le canten al oído y es capaz de olvidarse de sus odios más tenaces para volver al redil. ¿Sobre el futuro de la Provoste? Ah, no sé na yo. Ahí ni la Zumba se atrevería a pronosticar nada. Más de alguna sorpresa irá a caer, este país y sus políticos están llenos de ellas...


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