martes, 5 de agosto de 2008

Bolaño (el escritor, incultos), salvajemente bueno.

Hace rato que no hago un comentario sobre mis lecturas recientes. Hay que aprovechar esta breve pausa en el ajetreo social (con tanto paro y eso) para hablar de Los detectives salvajes, esta increíble novela de Roberto Bolaño, no el del Chavo, sino el otro, el que escribe.

Confieso que Bolaño nunca me llamó la atención, por prejuicio claro, no me gusta que me digan a quién tengo que leer y a quién no. Además, da envidia tanta atención, sobre todo de un chileno que es más español o mexicano y eso. Pero un día me decidí a comprar Los detective salvajes y me senté a leerla (es una metáfora, en realidad leo más bien acostado). Y descubrí de verdad a uno de los mejores escritores del último tiempo o, al menos, una de las mejores novelas que he leído desde hace mucho.

Uno que es incondicional de Cortázar y Poe, o de Rulfo y Vargas Llosa, cuyas creaciones son los íconos más grandes de la perfección literaria, está más bien curado de espanto contra los malos escritores, que abundan en la actualidad. Y cuando hablo de malos, me refiero a los que escriben bien, pero no son geniales, y por lo mismo son malos, porque uno siempre espera más de quien se ha ganado un premio o la atención de un montón de editoriales para llenarse los bolsillos de billetes con su creación. No estoy en contra de la comercialización y la sobrevivencia económica, no. Pero tengo en alta estima la literatura, y eso es lo primero. Si te vas a hacer millonario a costa de tu creación, y al precio al que están hoy los libros, entonces que valga la pena desembolsar las luquitas por ella.

Para los que amen el alto vuelo literario, y para los que, como yo, creían que la grandeza de las letras latinoamericanas sólo sobrevivían hoy gracias a Vargas Llosa (y hablo de los vivos) y alguno que otro de la vieja guardia, alégrense, porque no es así. Aquí hay una creación imperdible, hermosa, perfecta. Bolañó sabe escribir, escribe tan bien, con tanta soltura que da tirria no tener la misma habilidad. No son halagos gratuitos. Al fin los críticos sabían de los que estaban hablando y los jurados que le dieron la unanimidad en los premios que ganó esta novela, sabían lo que estaban votando. Uno entre miles, pero uno al menos.

Ah, y para los que se queden con el título y piensen que van a encontarse con una novela de acción, misterio, sexo y muerte, bueno, sí, pero no, tampoco.

No hay comentarios: