miércoles, 14 de enero de 2009

Paseo Ribereño, vacaciones de ensueño... rimó.


¡VACACIONES AL FIN! Fue lo primero que grité apenas terminé de celebrar el Año Nuevo y salí con descanso. Guardé mis enseres de trabajo, cerré mis carpetas, me alisté para salir y disfrutar en Vallenar City y... Ahí quedé. De repente me di cuenta que si no salía de esta ciudad decimonónica, no iría a ninguna parte. Y es que mi diversión más primaria es el cine, pero no hay cine en Vallenar. Luego pensé en salir a comer algo rico y barato, pero repasando los lugares mentalmente donde podía ser, me di cuenta que en ninguno coincidían lo rico y lo barato, o era rico y carito, o barato y malena. Luego pensé en algún lugar donde poder descansar y claro, se me había olvidado, qué mejor: El Paseo Ribereño... Sí, claro, cumpleaños, celebraciones masivas, concentraciones, mítines, paseos, ir a remojar el cuerpo, Año Nuevo, Navidad, etc., etc. Todo se celebra en el Paseo Ribereño... Hay que agradecer a la pasada administración política este magnífico regalo. Si es casi como un Comodín. Genial, como nunca voy ahí, como en todo el año no se celebró prácticamente nada ahí.
Me encanta la variedad de esta ciudad. Me encanta. Está decidido, estamos advertidos, si no hay adónde ir a recrearse, ahí está el Paseo Ribereño. No necesitamos Cine, ni Teatro, ni Museos, ni Locales Culturales o con buena Música, no, para qué, si tenemos el Paseo Ribereño. Y si a uno le falta el cocabí, todavía hay mucho pasto que masticar. Así que ahí nos vemos, porque supongo que ustedes, que se quedarán en Vallenar porque no les alcanzó el billete para ir más lejos, irán también, seguro que nos veremos ahí. Hay que sentirse orgulloso como vallenarino por ese bendito paseo, ¿a quién se le habrá ocurrido? ¿Sería una idea robado de algún lado? Quién sabe.

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